domingo, 5 de mayo de 2013

Una historia: Cathair Deargáin

Cuando el sol decide esconderse más allá de los sueños, renacen las sombras de antaño, y entre los espíritus de los ancestros, que se elevan desde la piedra, tu presencia me estremece por dentro, me obliga a recordar, entre esperanzas vanas e ilusiones que divagan, sin saber a dónde pertenezco mas sabiendo con certeza a quién.

Decido no seguir el camino tan a menudo recorrido pues conozco muy bien el destino. Y sin embargo, el círculo sigue siendo círculo, como el escorpión sigue siendo escorpión. Más allá de la piedra, del sol, de la hierba y del eterno imposible, más dentro que el propio corazón, más grandioso que el propio firmamento. La posibilidad negada, la posible negación de la existencia, la oscuridad amenazante, deseada y añorada. La paz caótica y el caos en calma, el alma en paz y el corazón desbocado.

O tal vez lo contrario. Quizás la nada. Puede ser el tiempo, la enseñanza olvidada, la materia intangible, la imaginación que se enseñorea del ser. Tal vez un nuevo inicio que ha tocado a su fin antes de comenzar, quizás el todo.